En primer lugar, el médico comprobará la salud de los dientes del paciente y reparará cualquier daño si lo hubiera, tras lo cual se tomarán impresiones. A partir de las impresiones, se crean guardas de plástico que el paciente utilizará en casa con geles blanqueadores especiales. El paciente colocará una pequeña cantidad de geles blanqueadores en la superficie frontal de las guardas y las colocará sobre sus dientes. Dependiendo de lo que el médico considere mejor, el paciente tiene que usar las guardas durante una hora al día o toda la noche durante dos semanas.