Muchas veces la gente piensa que no es necesario cuidar los dientes de los bebés y niños pequeños o tener una rutina de higiene bucal hasta que los niños tengan sus dientes completos, pero eso está muy lejos de la verdad. Los padres deben empezar a cuidar las encías de su bebé desde el principio. Antes de que al bebé le salgan los primeros dientes, utiliza una toallita suave humedecida para limpiarle las encías al menos dos veces al día, especialmente después de comer y por la noche. Limpiar las encías del bebé le ayudará a eliminar las bacterias y la placa que podrían dañar sus dientes una vez que salgan.
A partir de los 6 meses de edad, los dientes comenzarán a aparecer lentamente, y lo más probable es que estén completos para los 3 años. En cuanto aparezca el primer diente en la boca del bebé, hay que cepillarlo. El primer cepillo de dientes del bebé debe tener un cepillo suave y un cabezal pequeño que no resulte demasiado invasivo. Recomendamos que, hasta que tu hijo aprenda a escupir y enjuagarse, utilices una cantidad muy pequeña de pasta de dientes de entrenamiento sin fluoruro. Una vez que tu hijo tenga dos dientes juntos, es el momento de empezar a usar el hilo dental. Al principio, puede ser más fácil para ti (y para ellos) empezar a usar el hilo dental con palillos de plástico. Puedes consultar esta lista de productos aprobados por la ADA para niños.
Es importante cuidar bien los dientes de tu hijo para asegurarte de que sus dientes adultos saldrán fuertes y sanos. Prevenir las caries es mucho más fácil y menos doloroso que ir al médico para que le ponga un relleno o una corona. Además del cepillado y el uso del hilo dental, es importante mantener limpios sus biberones, chupones y utensilios. Esto no sólo significa que hay que lavarlos correctamente, sino también evitar compartirlos o "limpiarlos" lamiéndolos tú mismo si se caen al suelo. Una forma muy común de que los bebés tengan caries es cuando sus dientes están expuestos a bebidas azucaradas durante demasiado tiempo. Evita llenar su biberón con jugos o bebidas que contengan azúcar y limítate a la fórmula o leche. En el caso de los niños pequeños, intenta cambiar los jugos y refrescos por agua con flúor siempre que puedas para proteger sus dientes.
Por último, recuerda que una vez que aparezca el primer diente de tu bebé (o antes de su primer cumpleaños) es el momento de visitar al dentista. Una vez que tu hijo tenga su primer par de molares, el dentista puede recomendar la aplicación de selladores para ayudar a mantenerlos libres de caries. Cuidar los dientes del bebé y del niño pequeño y visitar al dentista con regularidad ayudará a tu hijo a crecer con una boca sana. Si quieres saber más sobre lo que debes tener en cuenta a la hora de buscar a tu dentista infantil, consulta este blog.
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